Quiso traficar 6 litros de semen de cerdo en una maleta de ropa

Un ciudadano uruguayo que intentaba salir de la Argentina con 6 litros de semen porcino ocultos en una valija de ropa fue descubierto por un control aduanero en el Paso Fronterizo Internacional Gualeguaychú-Fray Bentos.

Los agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) apostados realizaron el insólito hallazgo de la “valija cochina” -según la información que difundió el organismo- cuando una camioneta con matrícula de Uruguay se presentó en el Área de Control Integrado del Puente Internacional General San Martín para salir del país.

Durante el control, el agente de la Aduana le preguntó al conductor de la Volkswagen Saveiro si tenía algo para declarar y este respondió que no.

Inmediatamente, al proceder al control del equipaje, el inspector aduanero abrió una valija que, a simple vista, parecía contener indumentaria.

Sin embargao, el equipaje contaba con un forro, generalmente utilizado para guardar zapatos y cuando el agente lo tocó sintió algo extraño.

En ese momento, el inspector notó que el turista se puso nervioso y le preguntó qué llevaba allí. El hombre confesó que contenía el semen porcino y, al vaciar los contenidos de la valija, encontraron 60 sachets, cada uno con 100 ml del mencionado fluido reproductivo, que sumó un total de 6 litros.

Amparado en el artículo 979 del Código Aduanero, el guarda procedió al secuestro del material reproductivo animal, ya que no es admitido por el régimen de equipaje y su exportación requiere la presentación del Certificado Veterinario Internacional (CVI), expedido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Además, se estima que el valor de la mercadería en infracción ronda los $100.000, es decir, supera la franquicia contemplada para egresos por vía terrestre, de US$300.

Se presume que el infracto con residencia en Montevideo adquirió el semen de cerdo de forma irregular, ya que no exhibió la factura de la compra. Según declaró, se dedica a la porcicultura, lo cual explicaría su interés en la mercadería en cuestión.