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Las matanzas de gatos que instauró un Papa

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César Peña

México, 18 de mayo.- Las matanzas de gatos que instauró un Papa. Sólo primero por su color negro fueron vinculados con el mal para luego, el Papa Gregorio IX ordenar su extinción en masa.

Los gatos negros eran vistos, de acuerdo a esta visión arcaica, como representantes del mal y de portar el “disfraz de Lucifer”, por lo que un ordenamiento Papal los puso en el peor nivel de la maldad y los vinculó con todo tipo  de actos oscuros del ser humano como motor y origen.

Estos felinos oscuros eran consejeros de brujos, hechiceros, compañeros de asesinos, criminales, blasfemos, prostitutas y estaban presentes en toda la imaginería religiosa por lo que que fueron declarados como enemigos de Dios y asesinados donde se les encontrara.

“Expulsados de conventos y monasterios donde antes eran bien recibidos, expulsados de los centros urbanos (en especial si eran negros), los gatos comenzaron a aparecer frente a los ojos del europeo medieval como intrusos, seres no deseados que representaban herejía y desobediencia –la misma que dentro de la fe cristiana, pretende el diablo para alejarse de las enseñanzas de Dios–”, escribe Cultura Colectiva.

Con la bula papal de Gregorio IX  inició de la caza de gatos. En palabras de Abigail Tucker en su investigación sobre la domesticación e historia felina:

«En 1223, el papa Gregorio IX escribió Vox in rama, una bula papal que describe orgías de brujas confraternizando con Lucifer disfrazado de gato negro. Aunque el documento también implicaba a ranas y patos, un prejuicio antifelino barrió Europa y un incontable número de gatos fueron posteriormente cazados y ejecutados bajo sospecha de brujería».

Fue así como fueron casi extintos los gatos negros de amplias regiones de Europa solo por este prejuicio del color negro igual a maldad, lo que unas décadas después, sería la propia maldición y condena de los seres humanos que los cazaron y quemaron con una singular alegría, pues llegaría la peste negra en ratas que se multiplicaron por la ausencia de los felinos.

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