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Hidalgo

Zempoala, dos años de humillaciones a la prensa

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César Peña

Zempoala, 18 de diciembre.- En campaña utilizó a los medios de comunicación para promocionar su figura y ganar simpatías. Luego, en los primeros días de su Gobierno, prometió apoyar a la prensa y respetar la libertad de expresión, sin embargo, la administración del priísta Héctor Meneses Arrieta, no sólo puso distancia en la práctica, sino que su torpe política de medios fue diseñada para menospreciar y humillar a la prensa como nunca antes un alcalde lo había hecho.

La imagen bonachona, carismática y hasta inteligente que el alcalde proyectó durante su campaña en busca de la alcaldía local, contrasta con lo realizado durante dos años en materia de comunicación social, cuyo eje fue el choque frontal con diarios y semanarios, montándose en la salvaguarda de usar aquellos medios patrocinados por el Estado como Radio y Televisión de Hidalgo.

En los meses mayo y junio de 2016, en el climax proselitista, Meneses Arrieta se hizo amigos de los periodistas y medios de comunicación. Buscó acercamientos con la prensa local ya sea de manera personal o a través de la oficina de Prensa del PRI Estatal, todo para hacer crecer su campaña que estaba en riesgo ante los turquesas de Nueva Alianza, que crecían como la espuma.

Una y otra vez Meneses Arrieta aparecía en los periódicos como el candidato puntero – lo que no era cierto -, y con mayor arrastre. Contrató espacios a diestra y siniestra y todo eran fotos de sonrisas y abrazos con los electores.

Un jovial Kelvin Lozada, imberbe pero entusiasta jefe de prensa, no dejaba de estrechar las manos de los comunicadores lo mismo que de acercarles boletines y fotos. El romance entre ambos duraría menos de lo que se supondría.

Llegó la jornada del 5 de junio, cuando por el menor margen de triunfo, gana la elección el abanderado del PRI sobre su opositor de Nueva Alianza, Miguel Ángel Pérez Navarrete: tan sólo mil 430 votos de diferencia. Por la noche, el aspirante triunfador agradecía, además de a la gente, a los medios de comunicación por su apoyo. Meneses Arrieta había logrado un triunfo que casi nadie esperaba ante la fuerza del PANAL que recibió todo el apoyo y recursos de la sección 15 del SNTE.

Un desayuno – rueda de prensa a inicios del mes de agosto del mismo año, con el mismo alcalde Héctor Meneses Arrieta, donde hablaba de agradecimiento y anticipaba sólo miel en la relación con la prensa, desdibujaba la tormenta para la prensa.

Platicó con periodistas y corresponsales y hasta les invitó pulque y comida regional preparada ex profeso para la ocasión. Cada comunicador interrogaba al edil y sus funcionarios les facilitaban el micrófono para ello. El amasiato parecía funcionar en esta charla para proyectar el perfil turístico de Zempoala.

Asentado el nuevo Gobierno, la prensa buscó al edil para acuerdos publicitarios e inserciones, fuente primaria de ingresos de la prensa escrita, radio y televisión. Aquí iniciaría la pesadilla para los medios, quienes en pago por su ayuda, recibieron engaños, negativas y hasta agresiones de parte directa de su torpe jefe de prensa y de manera indirecta del propio Héctor Meneses.

Las actividades del alcalde, pronto se volvieron selectivas y la agenda fue cancelada para la mayoría. Fotógrafo que llegaba, era cuestionado y bloqueado en su trabajo por el funcionarillo de comunicación social, quien corría a quien no era de su agrado, ante la mirada de indiferencia del alcalde, quien hacía no ver ni saber lo que sucedía.

Juan Olvera, periodista del semanario Enlace en Hidalgo, dio a conocer que durante un evento del alcalde, el entonces director de Prensa del ayuntamiento, lo empujó para obstruir su trabajo, pues “no había sido invitado”.

En el otro frente, el administrativo, las facturas por servicios informativos que había recibido el ayuntamiento, comenzaron a “perderse” en el trayecto a Tesorería, se buscaban excusas para rechazar aquellas en las que existía un acuerdo, se ponían absurdas condiciones de impresión y distribución de los propios medios si eran escritos y hasta se negaba el pago hasta por presuntas faltas de ortografía y edición que juzgaban incorrecta.

La relación comenzó a volverse tensa con el jefe de prensa, que en más de una ocasión retó a golpes a los comunicadores, erigiéndose en una barrera infranqueable en vez de ser un proveedor de información. Todo recaía sobre el desgraciado funcionarillo, pero es de inocentes pensar que se mandaba sólo. Meneses Arrieta, el empresario de la construcción, sólo sonreía y daba la cara a los quejosos para decir que todo estaba bien y que les resolvería su problema con sólo una orden.

Otra cosa quedó en claro, o nadie le obedecía al munícipe o lo más viable: había dobles instrucciones.

Llegó un nuevo jefe de prensa, Efrén Hernández, pensando que podía reorientar la relación con los medios, pero sólo fue pan con lo mismo de tal suerte que las cosas empeoraron a grado tal que incluso la Policía Municipal fue utilizada para amedrentar a la prensa.

Aunque en apariencia el Gobierno Municipal se enemistó con la prensa para evadir compromisos y simplemente se acercó a los de “casa” como el Sistema Hidalguense de Radio y Televisión, la realidad fue otra: la ruptura obedeció a la evidente falta de recursos en el ayuntamiento, producto de la quiebra financiera que experimenta el Gobierno al no poder saldar ni sus compromisos más apremiantes, pero eso jamás se le dijo a los medios de comunicación y se optó por la violencia.

“Te íbamos a apoyar”

La mañana del 8 de febrero de este año, el teléfono sonó en la oficina de la agencia de Noticias News Hidalgo. Levantó el auricular el director, Martín Hernández Hernández. Del otro lado de la línea, el jefe de prensa del ayuntamiento de Zempoala, Efrén Hernández, olvidando cualquier cortesía, fue al grano de su problema, ¿por qué sacaste esa nota del municipio?

La información en cuestión abordaba la inconformidad de la gente por los servicios de recolección de basura, las inundaciones y la inseguridad en las colonias del sur del municipio, en particular, de los fraccionamientos. A esta nota, le habían seguido otras más de la irregular situación en que fueron entregados los fraccionamientos, cuyas inmobiliarias están señaladas de fraudulentas.

“Te íbamos a apoyar con publicidad, pero ahora que sacaste eso, pues simplemente ya no”, le dejó en claro el funcionarillo quien no tuvo empacho en condicionar la entrega de publicidad a cambio de sacar notas favorables, lo que era una mentira pues el ayuntamiento se encuentra quebrado financieramente desde el 2016.

Si en el pasado la prensa fue ninguneada en este municipio, con Héctor Meneses, fue apabullada inmisericordemente. Fue humillada a tal extremo, que muchos comunicadores expresaron sentirse como limosneros ante el Gobierno Municipal donde eran maltratados y corridos por el edil y su gente.

“Creo que ni siquiera a los limosneros los tratan como a la prensa. El poder político sobre todo el PRI sigue tan soberbio como antes, no ha aprendido nada (…) nos humillan, nos agreden y muy pocos lo señalan”, sostuvo Onésimo Gerónimo, de la revista A Fondo.

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