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Qué es el Síndrome de Esocolmo, fenómeno que vivieron las víctimas de Sergio Andrade

El Síndrome de Estocolmo es un término que ha cobrado relevancia en el análisis psicológico de varios casos de secuestro y abuso. Probablemente recordarás el escándalo del llamado ‘Clan Trevi-Andrade’, que revivió tras estrenarse la serie biográfica de Gloria Trevi ‘Ella soy yo’.
Esta producción nos plantea la idea de que las víctimas de Sergio Andrade vivieron el Síndrome de Estocolmo en carne propia.
A pesar de los maltratos sexuales, físicos y psicológicos, varias de ellas aseguraban estar enamoradas de su agresor, pero, ¿de qué se trata Síndrome de Estocolmo?
¿Cómo se da el síndrome de Estocolmo?
Generalmente ocurre en situaciones extremas. Hablamos de secuestros, relaciones abusivas o cualquier ambiente en el que una persona detente un poder desmesurado sobre otra.
Puede ocurrir porque ambas partes esperan salir ilesas del incidente y cooperan. Por otro lado, cuando el autor del delito alimenta a sus víctimas o muestra alguna forma de afecto hacia ellas, las dejaba pensando “no es tan malo”. En realidad, se trata de una reacción inconsciente de supervivencia.
Fenómeno que vivieron las víctimas de Sergio Andrade
Ahora, hablemos del productor musical Andrade. Logró notoriedad en los años 80 y 90. Pero no todo era brillo y glamour. Tenía un lado oscuro. Sus víctimas, en su mayoría jóvenes aspirantes a la fama, experimentaron abusos de todo tipo. Desde agresiones físicas hasta abusos sexuales. Y la cosa se complica más.
Esas mismas víctimas mostraban cierta resistencia a denunciarlo o a hablar mal de él. No estaban defendiéndolo por gusto, algo más profundo estaba pasando. Aquí es donde entra la psicología. A menudo, el afectado llega a desarrollar una especie de lazo afectivo o de lealtad hacia quien le está haciendo daño. Parece contradictorio, pero es real.
Este comportamiento a menudo es un mecanismo de supervivencia. Es como si el cerebro pensara: “Si me pongo de su lado, quizás no me haga tanto daño”. Es una situación compleja y trágica.
Es importante entender esto para desestigmatizar a las víctimas. No están “enamoradas” de sus captores. No están “bien” con lo que está pasando. Están atrapadas en una dinámica psicológica compleja y peligrosa.
En el escrutinio público de casos como el de Sergio Andrade, el Síndrome de Estocolmo nos obliga a confrontar las dinámicas psicológicas que a menudo están en juego en situaciones de abuso. Al reconocer este fenómeno, podemos empezar a entender las capas de complejidad que enfrentan las víctimas y, tal vez, encontrar maneras de ayudarlas más efectivamente.